La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

España, rehén de separatistas

‘The Washington Post’: España es rehén de los separatistas que ejercen un poder desproporcionado

España es rehén de una facción de extremistas regionales disidentes” titula The Washington Post un editorial demoledor. No se trata, ojo, de esa “prensa madrileña” ni de “la radio de la Conferencia Episcopal” que son “las terminales políticas del dinero” al servicio de “los cenáculos de la típica villa de Madrid, de los señores con puros” que tanto irritan a Sánchez. No se puede acusar a este diario de reaccionario. Todos lo conocen, hasta quienes tienen menos información sobre la prensa americana, gracias a las películas Todos los hombres del presidente y Los archivos del Pentágono.

“Nacionalistas de diferente tipo –se escribe en este editorial–, que dividirían a España buscando la independencia regional, están jugando un rol de hacedores de reyes. Esas son malas noticias para Madrid y buenas noticias para Moscú, que está tratando activamente de sembrar discordia en los países occidentales… Aunque los partidos separatistas catalanes controlan sólo 14 de los 350 escaños del Parlamento español, ejercen un poder desproporcionado. Con su apoyo, Sánchez podría improvisar un nuevo Gobierno de coalición, aunque tambaleante, y permanecer en el poder… Las exigencias de Puigdemont no son razonables: no sólo una amnistía para cientos de alcaldes y otros funcionarios de Cataluña que respaldaron el referéndum (así como, supuestamente, para él mismo), sino una segunda oportunidad, abiertamente inconstitucional, de votar por la independencia catalana. Ningún jefe de gobierno o tribunal español apoyaría eso”.

Su interés excusa la extensión de la cita. Solo se equivoca en la última frase: Sánchez está más que dispuesto a apoyarlo para asegurarse la presidencia, abriendo el camino, no de la reforma de la Constitución, para la que no cuenta con la mayoría necesaria, sino de la “interpretación constitucional que, sin la necesidad de modificación previa de la Constitución, hiciese posible un avance sustancial en el carácter plurinacional del Estado” del globo sonda de Urkullu y del claro do ut des de Otegui: “Nos comprometemos con que en el Estado español no haya gobierno de la derecha. Ahora, la izquierda en el Estado español tiene que entender que eso tiene una lógica contrapartida política. Las agendas de las izquierdas plurinacionales tienen que verse satisfechas en este bloque de legislatura”. Más claro, las aguas catalanas de Vichy y las vascas de Alzola.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios