Confieso que hay pocas ganas de juntar letras en este rincón; ni hoy ni estos días atrás, la verdad. Apetece lo justito hablar de que resulta muy difícil de comprender lo de salir con una marcha menos en El Palmar sabiendo dónde íbamos, contra quién jugábamos y aún persiguiendo algo tan ilusionante como lo que había en el horizonte, algo que ya pasó también en otras tantas salidas en esta segunda vuelta. Al igual que todo lo que se repite en el buen sentido no es casualidad las carencias reiteradas, evidentemente, tampoco lo son. Y eso también se almacena en la cuenta de resultados.

Del mismo modo poco apetece ya señalar -al que aquí escribe, al menos,- que otro posible penalti a favor del Decano, y en otro momento clave, se fue al limbo (como siempre) y eso que no soy nada sospechoso de no querer denunciar ciertas ‘casualidades’ repetidas; esa costumbre lleva instalada no sé cuánto tiempo y, salvo dos discursos un pelín beligerantes que se salían un tanto del tiesto, casi todos han puesto pañitos calientes, han justificado lo injustificable, han callado por no sé qué maravillosa táctica o han mirado para otro lado durante meses (años) así que ahora, justo ahora que ya empieza a no haber red para luchar por otro ascenso tan vital en mil sentidos, poner como excusa tal circunstancia a mí me vale entre cero y nada.

Tampoco uno tiene antojo para volver a citar lo de dos refuerzos que, o hacen la recta final de sus vidas o habrán sido de todo menos eso, refuerzos. Ni uno confía, estos días, en vivir una llamada general que provoque un maremágnum de ilusión por disfrutar de unos últimos duelos en el Colombino que rememoren algunas de las mejores épocas ambientales (algunas de ellas acontecidas no mucho tiempo atrás). Creo que ese tren se perdió hace dos jornadas y lo vamos a pagar; ojalá, me equivoque. No, nada de eso apetece; desde hace muchos días sólo entran ganas de mandar un abrazo a Cabrera, a esa maravillosa familia recreativista de Rociana y a ese querido pueblo del Condado y acordarnos también de tantos otros que nos dejaron demasiado pronto (Iván, José Ignacio, Juan Manuel, Pepe)… y mirar al cielo para tenerlos presentes. Descansen en Paz.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios