Una profunda investigación llevada a cabo por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha llegado a la conclusión de que la narcolancha pilotada por Kiko el Cabra junto a otros cinco miembros de su banda no fue la que arroyó a la zodiac en la que viajaban los guardias civiles Miguel Ángel Gómez González y David Pérez Carracedo, que fueron asesinados en la noche del pasado 9 de febrero en el recinto portuario de Barbate tras ser arrollados.

Según ha podido saber este medio de fuentes cercanas a la investigación realizada por la Guardia Civil, después de analizar las imágenes tomadas por los diferentes imputados y cotejar otras pruebas forenses ha quedado totalmente descartado que los seis detenidos que se encuentran en prisión sean los autores materiales del homicidio de los dos agentes.

Lo que sí está probado es que las seis personas que permanecen en prisión por este suceso sí se encontraban en la zona del puerto de Barbate en la noche del 9 de febrero. Por ello, la Fiscalía los va a acusar de diferentes delitos como los de pertenencia a banda criminal, contrabando o resistencia a agentes de la autoridad, pero no de los de homicidio.

La investigación llevada a cabo por la UCO ha tenido muy en cuenta los vídeos presentados por la defensa de los acusados. Una vez que se han visionado todas las imágenes que la Guardia Civil ha tenido en su poder, se ha llegado a la conclusión de que la narcolancha pilotada por Kiko el Cabra no fue la que arrolló a los agentes de la Benemérita durante la fatídica noche del 9 de febrero. 

El principal vídeo que forma parte de la investigación tiene una duración de tres minutos y medio. En él, se puede ver la secuencia completa de los hechos grabada desde un teléfono móvil de uno de los detenidos que va en la embarcación pilotada por Kiko el Cabra, lo que ha permitido descartar que esta fuera la narcolancha que pasó por encima de los guardias civiles. 

Desde el principio de la investigación, las defensas de los seis detenidos argumentaron que la embarcación de sus clientes tenía dos antenas, mientras que la que aparece en los vídeos aportados a la Guardia Civil solo tenía una. En primer lugar, la UCO no tuvo en cuenta esta cuestión, que ahora sí ha sido importante para descartar su implicación directa en los hechos. 

Por otra parte, también señalaron que el color naranja que se encontró en el casco de la embarcación era debido a que había estado amarrado a una boya durante el temporal que se produjo en aquella noche.

La Guardia Civil asegura tener identificados a los tripulantes de la otra narcolancha. Uno de ellos es un hombre de origen marroquí y de nombre Karim, que, al parecer, habría huido hacia su país después del suceso junto a otras dos personas. 

Una vez que se produjo el suceso, el SIVE siguió a la narcolancha que fue detenida en una playa de La Línea. Parece ser que la otra embarcación se marchó rumbo hacia Marruecos. 

El instituto armado ha aportado todas las pruebas que están en su poder al juez instructor de la causa para que sea quien determine si debe poner en libertad a los seis detenidos o decidir los delitos que se les va a imputar. 

Entre las diferentes pruebas llevadas a cabo por los investigadores de la UCO también está el examen de las hélices de la narcolancha pilotada por Kiko el Cabra por si en ellas se encontraban restos de los uniformes u orgánicos de los dos agentes asesinados. Sin embargo, los resultados fueron negativos. 

Desde un principio, las defensas de los seis detenidos han venido reclamando insistentemente su puesta en libertad aduciendo que ellos no habían sido. Incluso, sus familiares, tras su detención, hicieron hincapié con mucha vehemencia en que no habían sido los autores de los dos homicidios. 

Fuentes de la investigación han recalcado que la Guardia Civil nunca busca venganza, sino justicia. Esto es lo que ha sucedido en este caso, ya que las pesquisas no se han guiado por una venganza personal por la muerte de dos compañeros, sino que intenta buscar a los culpables y ponerlos ante la Justicia.