Huelva

Un libro recoge un estudio sobre las fortificaciones del antiguo condado de Niebla

Castillo de Niebla.

Castillo de Niebla. / Luis M. Galván. (Huelva)

El libro Las fortificaciones del condado de Niebla en la Baja Edad Media, de los autores Juan Luis Carriazo Rubio, Juan José Fondevilla Aparicio y Juan Aurelio Pérez Macías, publicado por Ediciones de La Ergástula (Madrid, 2023), ofrece el primer estudio de conjunto realizado hasta la fecha sobre las fortificaciones del antiguo condado de Niebla durante los siglos XIV y XV, con particular atención al reinado de los Reyes Católicos. El salón de grados de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI), del campus de El Carmen, acoge esta tarde, a las 19:30 la presentación de la publicación.

Según explica Juan Luis Carriazo, el condado de Niebla fue entregado en 1368 por Enrique II de Trastámara a don Juan Alonso de Guzmán, cuarto señor de Sanlúcar de Barrameda, como premio a su fidelidad en el convulso contexto de la guerra civil castellana que acabó con el reinado y la vida de Pedro I el Cruel. Fue el señorío más extenso del territorio onubense, pues estaba integrado por 16 términos municipales de la actual provincia de Huelva: Alosno, Beas, Bonares, Cabezas Rubias, Calañas, El Almendro, Lucena del Puerto, Niebla, Paymogo, Puebla de Guzmán, Rociana del Condado, Santa Bárbara de Casa, Trigueros, Valverde del Camino, Villanueva de las Cruces y Villarrasa. Hacía frontera con Portugal por el oeste; lindaba por el norte con la tierra realenga de Sevilla y con el señorío eclesiástico de Almonaster y Zalamea; por el sur presentaba una prolongada zona de contacto con el señorío de Gibraleón; y más al este, con los señoríos de Huelva, Moguer, Almonte y La Palma.

De entre todas las fortalezas que se levantaron en este territorio durante los siglos medievales destaca el castillo de Niebla que, pese a su carácter monumental, carecía de estudios documentales y arqueológicos hasta hace muy poco tiempo. Lo mismo ocurría con el resto de fortificaciones del antiguo condado. Algunas hace tiempo que desaparecieron. De otras quedan escasos restos. En el libro se estudian las de Trigueros, Calañas, Peña Alhaje (junto al Santuario de Nuestra Señora de la Peña, en Puebla de Guzmán), Las Peñuelas (en la antigua Alquería de la Vaca) o El Bosque (entre Lucena del Puerto y Bonares).

Individualmente, “son fortalezas muy esquivas, dada la escasez de referencias documentales disponibles, lo que hace que cualquier nuevo aporte de información en este sentido resulte relevante. En bloque, se trataba de un conjunto inexistente, pues nunca hasta la fecha se había estudiado como tal. Aquí radica la mayor novedad que aporta el volumen, que llena este vacío historiográfico con un estudio interdisciplinar que combina la observación arqueológica, el estudio de los textos y documentos históricos y el análisis territorial y geoespacial con herramientas informáticas desarrolladas expresamente para ello”, apunta Carriazo.

La investigación comenzó tras ser seleccionado el proyecto en la I Convocatoria de micro-proyectos de investigación y transferencia del conocimiento (2020-2021) de la Cátedra de la Provincia de la Universidad de Huelva, con el patrocinio de la Diputación Provincial de Huelva. Los trabajos continuaron durante los dos años siguientes, en el marco del Proyecto de Investigación Pervivere (Del castillo al palacio: Transformación, habitabilidad y pervivencia de la fortificación señorial, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades).

La edición del volumen, publicado por Ediciones de La Ergástula (Madrid, 2023), ha contado además con la colaboración económica del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia y del Centro de Investigación en Patrimonio Histórico, Cultural y Natural de la Universidad de Huelva.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios