javier fernández lópez. patinador

"No ganar este oro mundial me va a quitar presión para los Juegos"

  • El doble campeón del mundo repasa su temporada y la que viene antes de iniciar el asalto al único título que le queda: ser campeón olímpico

  • "Es mi meta y lo que quiero lograr, pero no exigiré medalla si no patino bien"

Javier Fernández nos ha malacostumbrado. Seis Europeos, siete Campeonatos de España... Y dos veces campeón del mundo. Una caída en un cuádruple salchow le apartó del tercero. Pero en un país como el nuestro donde el hielo es sinónimo de ron con cola más que de deportes, lo que está haciendo este madrileño (15 de abril de 1991) trasciende sus resultados y su trayectoria deportiva. Une los campos del milagro en forma de generación espontánea de un deportista de talla global con la sublimación del premio al trabajo y al sacrificio y la figuración del súper héroe. No es de extrañar que en sus espectáculos se ponga un traje de Superman cambiando el azul por el amarillo, el de la bandera española que ahora llena los pabellones del circuito mundial de patinaje sobre hielo. Donde siempre ondeaban las enseñas de Japón, Rusia y Estados Unidos se coló la rojigualda, que ya no resulta un exotismo para los entendidos. Lo que no consiga Súper Javi... Bueno, aún le queda una cima que alcanzar: la medalla olímpica. En su camino a Pyeongchang 2018 hace parada en Granada para abrir una nueva pista de hielo. Otro milagro de Javier Fernández.

-Este año le sucedió en los Mundiales al revés a lo que acostumbra. Salió un gran programa corto, pero en el largo, esa caída...

Nuestra idea de futuro es que los patinadores españoles no tengan la obligación de irse fuera a entrenar"

-Sí, bueno. No siempre se pueden hacer las cosas perfectas. A veces unas competiciones salen mejor que otras y sabía que en esta competición tienes que hacerlo todo perfecto y no tener ningún fallo para revalidar el título. La verdad es que no me lo he tomado de forma negativa. Al revés. Más bien positivamente porque al no haber ganado el título también me va a quitar presión para encarar la temporada olímpica, que es la importante.

-¿Cree que hubiera vuelto a ganar el oro mundial de no haberse caído o el programa largo de Yuzuru Hanyu era muy superior al suyo?

-Bueno, nunca se sabe. Yuzuru hizo también el récord mundial otra vez. A lo mejor, la presión que yo tuve al realizar el programa era incluso mayor porque escuché la puntuación que había sacado. Entonces no se sabe. Si yo hubiese realizado un programa perfecto, mas los puntos que ya llevaba de ventaja con el corto, quizás hubiese podido haber ganado el oro sin ningún problema, pero como no pasó así, no se puede averiguar.

-¿Tras este cuarto puesto ha notado más o menos atención de los aficionados o los medios de comunicación?

-No, qué va. He visto exactamente lo mismo que el año pasado. Es cierto que nosotros hemos tenido que aligerar la agenda con el tema de eventos, de entrevistas, de viajes, ya que tengo que descansar bastante para la temporada que viene, que será muy importante y larga. En ningún momento ha pasado nada negativo con medios y aficionados. Al revés. El apoyo de la gente lo he notado con comentarios como "sigues siendo nuestro campeón", "venga que no pasa nada".

-Están Yuzuru Hanyu, está Patrick Chan, está el chino Jin Boyang y ahora se les ha colado el japonés Shoma Uno.

-Ya se le veía venir. Hemos competido con él un par de veces. Creo que son más nuevos incluso el chino (Boyang) y el americano (Nathan Chen) que el japonés. Por lo menos yo me fijaba más en el japonés que en los otros dos porque ya en los Nacionales de Japón una vez ganó a Yuzuru, en otra estuvo a punto de ganarle, vi un par de competiciones en las que lo hizo muy bien y yo ya sabía a lo que venía. Es normal. En algún momento los más mayores dejaremos de patinar y daremos paso a estos patinadores más jóvenes que tienen un talento increíble y que, como ya se ha visto, en el momento en el que fallamos ya están ahí, ya nos han cogido los pies y tenemos que estar atentos.

-Ésta es la era de los saltos cuádruples. Si sus programas no incluyen al menos uno, es casi imposible pensar en subir al podio. Siendo Javier Fernández uno de los pioneros en esta dificultad, ¿se siente también víctima?

-Pues sí, es la era de los cuádruples y si no haces ninguno, despídete de hacer podio en Campeonato del Mundo y casi que también en el Campeonato de Europa ya. Pero es lo que iba a pasar tarde o temprano. Si hubiese sido yo u otro, habría pasado. Es cierto que yo fui uno de los que empujé más en el nivel técnico de saltos en las competiciones e hice que muchos de los patinadores también añadieran más cuádruples. Ahora bien, si no lo hubiese hecho, otro patinador al año siguiente habría dado ese salto.

-¿Alguna vez se verá un quíntuple salto?

-Seguramente. Hace años dirían que un cuádruple era imposible y ahora vemos la cantidad de cuádruples que están haciendo todos los patinadores. Quizás en algún momento alguno lo haga, pero de momento no, y en cuánto tiempo tampoco lo sé.

-Anunció hace pocos días que cambiará su programa al completo de cara a los Juegos Olímpicos del año que viene en Pyeongchang. ¿Es una lección derivada de los pasados Mundiales o ya tenían previsto ese cambio?

-Lo teníamos pensado. Normalmente, todas las temporadas cambiamos los dos programas, a no ser que sea algo especial como el año pasado, que repetimos el programa corto y sólo cambiamos el traje.

-¿Está en su mente la presión de conseguir una medalla en Pyeongchang 2018?

-Sí, claro que está en mi mente. Es mi meta, es a donde quiero llegar y voy a intentar trabajar para llegar a ello. ¿Que pase o no pase, que consiga una medalla? Sé que tengo esa posibilidad, pero también tengo que patinar bien, y si no lo hago tampoco voy a exigir que me den una medalla. El trabajo está por hacer en los entrenamientos y en las competiciones previas a los Juegos, y ver qué tal va el inicio de temporada.

-¿Sería Pyeongchang 2018 su última oportunidad de lograr la medalla olímpica, el único metal que no tiene en su palmarés?

-De momento sólo pienso en el 2018. En el patinaje es verdad que con 27 años, no hay patinadores que hayan competido en más de tres Juegos Olímpicos. Hay muy poquitos, y cada vez que funciona más, hay muchos menos 'veteranos'. En principio, mi meta es hasta estos próximos Juegos y después nos sentaremos a pensar qué queremos hacer, si retirarnos de la competición o hacer sólo unas pocas al año.

-Entonces no se ve como Evgeni Plushenko, ganando un oro olímpico con 32 años como hizo en Sochi.

-La verdad es que no. Bueno, ese oro olímpico lo ganó por equipos. Pero no me veo con 32 años compitiendo. Aún así, Plushenko es una persona que ha sido un talento toda su vida. Sé que le ha costado, que ha tenido problemas de operaciones, pero su técnica es tan sólida que con 32 años puede hacer un programa sénior. No todos pueden hacerlo.

-¿Cómo le cambia la rutina de una temporada 'normal' como esta, con Europeo y Mundiales, a una con unos Juegos Olímpicos en el horizonte?

-La verdad es que viene a ser lo mismo. Lo único que intentas es dosificarte mejor el trabajo, intentar no estar tan estresado porque en una temporada olímpica la gente va a querer más de ti. Va a querer más entrevistas, hacer más eventos... De todo. Entonces somos nosotros los que tenemos que pararnos los pies y decir "podemos hacer hasta tanto". Ahí se junta toda la gente que me está ayudando, mis managers, mi entrenador, los que me organizan el trabajo, lo que tengo que hacer para no estresarme porque saben lo importante que es la próxima temporada. Hay muchas competiciones, pero quiero sentirla como una temporada normal.

-Es importante fomentar la base porque a corto o medio plazo no se vislumbra una figura en el patinaje español que ocupe el lugar de Javier Fernández.

-A ver, tenemos patinadores que tienen talento, lo que hay que ver es hasta dónde llegan. Es que es muy difícil llegar a ser campeón del mundo, o estar en el top 5 o en el top 10. Sí hay gente que vale, que está compitiendo en las competiciones más importantes que hay, pero todavía necesitamos esperar, sobre todo a los júniors, donde hay algunos chicos que pueden tener un futuro bastante interesante.

-¿Animaría a alguno de esos jóvenes a seguir el sacrificado camino que escogió para triunfar, como irse a Canadá casi con lo puesto?

-Nuestra idea no es que eso no pase, es que no estén obligados a que pase. Que tengan una oportunidad en nuestro país, en donde sea, en un lugar donde puedan entrenar en las mejores condiciones y no se tengan que marchar fuera. Son proyectos que tenemos en mente pero que todavía no hemos puesto en marcha. Queremos hacerlo en el momento en el que no tenga que estar concentrado en las competiciones y los entrenamientos. Tener más pistas de hielo en España, como la de Granada, es cierto que ayuda. Quitando Madrid, que tiene cuatro o cinco, la siguiente que tiene más de una permanente es Granada. Y en otras ciudades como Barcelona al menos hay una.

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